“Mont Sant”
Medito en el jardín del Monte Santo Podrá el cielo de mí renegar
Estando de ti cercano y ausente Imponerme pesadas cargas
La noche me invade con su relente Pagar mi pecado y anegar
Te mantengo criatura tan presente Mis ojos de
tristeza amarga
Que tu nostalgia es ya como un parto
Podrás pedirme
que a ti no vuelva
Dejo que hable mi sentimiento Ignorarme
si te volviera a tocar
Mientras te escribo estos versos
Incluso tu
palabra me disuelva
Fuego que arde en mi corazón Si tan solo te vuelvo a mirar
Sin que ninguno salgamos ilesos
Deseo yo soñarte despierto Podrás de mis besos
olvidarte
Habiendo tú nublado mi razón. Podrás
no recordar mis caricias
Incluso decir que por mí no lloraste
Podrá brillar el sol en la medianoche Podrás
renunciar a nuevas delicias
Podrá ocultarse y no poderlo avistar
Podrás hacerme también mil reproches Podrás decirme al escucharme
De lo mucho que a mí quedó por hablar Que no
deseas ya volver a verme
Y
sorprendido y con mucha tristeza
Podrá un hierro rojo cegarme los ojos Obligarme a aceptar con presteza
Y sólo así dejarte de mirar Tu decisión y
lamentarme
Podrán luego esparcir mi despojo
Y mi corazón dejar de palpitar Podrá alcanzarme y llevarme con
ella
Envolverme
el crespón negro de muerte
Podrá el mar de un golpe tragarme Llegar con la apariencia de doncella
Perderme la oscura inmensidad
Y hacerme correr la peor de la suerte
Podrá un leviatán engullirme
Y abandonarme a mi levedad
…todo eso podrá
Podrá una legión de diablos tentarme Pero, lo que no podrá el destino
Confundiéndome en la niebla Encontrada ya
tu huella
En el infierno caer y lamentarme Será
olvidar esa estrella
Y vivir siempre en tinieblas Que el azar puso en mi camino.
Indecisión
Trazo invisible e impreciso
Balanza titubeante
Frágil línea que se debate;
Cuerda de funámbulo
Vapor etéreo
Movimiento ciego que precipita.
Éxtasis o
tormento
Todo o nada
Indecisión
Una
mano se extiende
Avanza y retrocede
Gozo anticipado
Miedos que preñan
Y los temores del
mañana.
Indecisión
Lozanía pujante
Resistencia
Sudores de parturienta
Ansia que se quiebra
En la noche oscura
Que invade el alma
Lucha titánica
Potencias antagónicas
Deseos del afirmar
Voluntad de negar
Conciencia quebrada
Consciente de la decisión
Resistencia a tomarla
Sólo queda la firmeza
De la propia tentación
Que refuerza mi fragilidad
Renunciando a poseerme
Amor desamado
Desamor que ama.
Indecisión.
Inmortalidad
Amor y muerte
Indisolubilidad.
La muerte, muere
El amor es vida.
Y al morir la muerte.
Extinguido el tiempo
Florece la espiga que ahoga
El llanto.
La raya del horizonte
Que se perfila
Entre lo que siendo
No es
Y lo que al no ser,
Será
Fecundada
por la esperanza,
Más allá de lo verificable.
Por
éso se es y no se es
Y dejando
de serlo
Traspasa
la línea
Que se estira
Entre el mar y el cielo.
Y su propia gota
Al
evaporarse
Se transforma en infinito
Hoy tengo ganas de escribir versos tristes.”
Somos dos islas
En medio del océano
De la vida
Separadas por un
Brazo de mar.
Somos dos ruiseñores
Que se cantan
Sin poder arrullarse
Somos dos pájaros
Cuyos trinos acarician
Pero acaban
Disolviéndose
En el aire
Somos dos cuerpos
Que se sienten
Pero se niegan
A un mismo tiempo.
Somos dos palabras
Versos que dicen de
Un novedoso amanecer
Pero que no saben
Escribir la última.
Estrofa.
Somos dos esperanzas
Que se agitan en la brisa
Aunque son conscientes,
Que como la caña
Pueden quebrarse.
Somos dos polaridades
Que se atraen
Aún sabiendo
De la dificultad
De llegar a
Prender
La una en la otra.
Somos dos voces
Que se llaman
Por sus nombres
Pero se diluyen
En su propio eco.
Somos dos ilusiones
Que se acercan
Pero están indecisas
Somos dos ilusiones
Condenadas a
Desilusionarse.
Somos dos románticos
Empedernidos
Que permaneciendo
Prisioneros
De su propia fidelidad
Han de conformarse
Con el pecado
Que no se comete.
Somos dos colores
Del arco iris de la vida
Que ha conseguido
Confundir sus propias
Tonalidades
Desconcertado
Con los preceptos.
Somos dos cuerpos
Que son conscientes
De tener a la par
Un espíritu
Y esa intangibilidad
Se antepone a su sentir
Somos dos lágrimas
Vertidas en la
Distancia
Porque no se atreven
A mostrarse en
La cercanía.
Somos dos que nos
Acercamos
Alejándonos
Y nos alejamos
Acercándonos
Somos dos que
Miramos a las
Estrellas,
A la luna
Y a los astros
Del cielo
Cuando el
Cielo está a
Ras de una mirada
Somos dos adultos
Con alma de niños
Que se dicen con
La espontaneidad
De la inocencia
Más atrevida
Aunque sus
Deseos y palabras
Les mantiene
Cerca, muy cerca
Y lejos, muy lejos,
Como las vías
De un tren
Que discurren paralelas
Pero no llegan a
Tocarse
Somos un beso
Largamente
Anunciado
Que no se consuma.
Somos la consumación
De nuestro ser
Consumidos
En un destino
Más fuerte que los dos.
Somos la invitación
Que proviene de
Lo oculto de nuestros
Deseos y frustraciones
Sin ser capaces
De convertirlos en
Realidades
Somos el canto
Que apenas brota
De la garganta
Se ahoga
En su propio eco.
Somos un amanecer
Que se ahoga
En la luminosidad
De su ocaso
Y sin embargo,
Al llegar un beso
Inesperado,
El sol
Es capaz
De volver a
Brillar como antes
Reconocer...
Si entre una pléyade de estrellas
Tuviese que encontrar la tuya
Te reconocería sin dudarlo.
Y cuando me preguntases
Que quién soy
Te respondería que
Aquél que te quiere suya.
Entonces,
Borraría todos los nombres
De los astros en mi mente
Y sólo tú
Ocuparías mi sentimiento
Porque sepultaría el pasado
Y tú serías mi presente.
Niebla
Dos en la misma carne
Más allá de la brevedad
De la huella de lo fugaz,
La intensidad.
Verbo que hiere
Tiempo que lo ahoga
Sentimiento que no se muda.
Hojas del calendario
Despojadas,
Árbol podado,
Savia de otoño.
Experiencias que nutren
Las entrañas,
Esencias,
Sustancias del yo profundo.
Ayer que se aleja pavoroso
Evocación que lo retoma,
Rasgos delicados de mujer.
Ternura y esperanzas
No extinguidas
Acercamiento etéreo
Aún al amparo de la duda.
Doblegado el orgullo
Llorando el alma
La ausencia permanece
Como presencia discreta
En la niebla del recuerdo.


El silencio
¿Es quizá el silencio olvido
O trae olvido el silencio ;
Es la palabra no dicha carencia
Presente, que no diferencio
Ocultando en el aire su presencia
Que deja de ser lo que ha sido
O pervive su presencia en la ausencia
?
La duda
Vergel convertido en páramo. De su
tardanza
Entiendo mil motivos; silenciosos
Presunción que empaña mi reposo
Empieza a dudar la templanza.
En sus palabras ya no confío
Su ternura no me emociona
La confianza está herida
Donde antes todo era desafío
La suerte está decidida.
Sus luceros hoy me abandonan
Risas y lágrimas; contrarío
La duda me asalta; porfío
Mi mente ya no razona.
Cesen pues las palabras, sobrevenga el
destierro
¿Qué dirá ella? ¿Se detiene?
Presiento que llega ¡mis ojos cierro!
Ignorando saber de dónde viene.
Si pervivir queda, la última experiencia
Antes que devore los recuerdos
Habrá que hundirse con el barco: sí, pierdo,
Para que permanezca su presencia.
Cuando el silencio se antepone a los
sonidos
Si tras los gestos no se dice;
evidentes
Si
ya el hoy está dormido
Apuntando todo a fenecido
Si lo que es sublime está ausente
Infinito cariño; adormecido
Habrá de sacrificarse el presente
Si quiere conservarse el recuerdo
Para que el ayer viva eternamente.